Historia

Nuestra historia

El Padre Basilio Moreau, fundó oficialmente la Congregación Santa Cruz (hermanos y sacerdotes) en 1837 y las hermanas en 1841, en Francia. Él quiso en sus orígenes un solo instituto constituido de tres sociedades distintas: Hermanas, Hermanos y Sacerdotes.

En 1847, un equipo Santa Cruz fueron enviadas de misiones a Saint Laurent, en la Diócesis de Montreal – Canadá.

En 1883, la provincia canadiense de las Marianitas de Santa Cruz, forma una Congregación autónoma, bajo el nombre de Hermanas de Santa Cruz.

Desde aquel tiempo, las Hermanas de Santa Cruz estamos en: Canadá, Estados Unidos, Asia, Haití, Mali, Burkina Faso, Chile y Perú.

Nuestras Raíces

Basilio Moreau dio una regla de vida a un grupo de mujeres. Al principio, ellas ayudaron a los sacerdotes y hermanos en el trabajo doméstico. Más adelante debido a muchos pedidos de colaboración, ellas se prepararon para enseñar y cuidar a los niños. Estas mujeres fueron las Marianitas de Santa Cruz, y en 1841 la primera Marianita recibió el hábito religioso. Las Marianitas tomaron como devoción la devoción a María Madre de los Dolores.

La primera mujer en tomar la dirección de las Marianitas, fue Leocadie Gascoin, quien recibió el nombre religioso de María de los Siete Dolores.

Nuestro Fundador Beato Basilio Moreau

Noveno de catorce hermanos, nació el 11 de febrero de 1799 en un pequeño pueblo de Laigne en Belin, cerca de Le Mans, Francia, en la época de la post guerra ocasionada por la revolución francesa. Sus padres Luis Moreau y Louise Pioger fueron agricultores y comerciantes de vino. Ellos no tuvieron la posibilidad de dar la educación a sus hijos. Sólo Basilio y su hermana Cecile aprendieron a leer y a escribir. Él recibió la educación de parte del sacerdote de su parroquia, el P. Provost.

A los 15 años ingresa al seminario menor y dos años más tarde comienza sus estudios de filosofía y teología. En 1821 es ordenado como sacerdote y luego pasa a ser profesor en el seminario. Años más tarde asume el rectorado de seminario y aprende a vivir la paciencia en situaciones de presión. Tres fuentes de paz que él aprendió fueron: la humildad, amar la cruz y confiar en la providencia de Dios.

En 1823 es nombrado director espiritual de los Hermanos de San José, Congregación fundada por el P. Dujarie. Doce años más tarde asume la dirección de estos hermanos y forma también a sacerdotes auxiliares para empezar un proyecto apostólico que luego, en 1837 sería oficialmente la Congregación de Santa Cruz.

En 1841 empieza un nuevo proyecto con un grupo reducido de mujeres, teniendo como colaboradora principal a Leocadie Gascoin. Este grupo se llamaría Marianitas de Santa Cruz. Estas tres sociedades: hermanas, hermanos y sacerdotes fueron guiados por Basilio Moreau, enviándoles de misiones por diferentes países.

El P. Moreau ha hecho viajes a Roma para tener la aprobación de las sociedades de Santa Cruz.

Después de años de trabajo apostólico y de obras pioneras empezaron tensiones en la Congregación, lo que le llevó a renunciar como Superior General.

Trabaja como misionero itinerante hasta su última prédica, tres semanas antes de su muerte. Admiremos su celo para la misión en lo que él escribe el 19 de noviembre de 1872: «Yo no muero aún y yo espero poder todavía, con mis 73 años, predicar la próxima Cuaresma en una parroquia de nuestra diócesis”. Es acogido a la casa del Padre el 20 de enero de 1873.

La Fundación Canadiense

La llegada de un equipo Santa Cruz a Canadá conformado por hermanas, hermanos y sacerdotes, marcó el inicio de la misión en suelo canadiense francófono. Ellos llegaron respondiendo al pedido del obispo frente a la necesidad de educar a la juventud. También sería el inicio de la historia de las Hermanas de Santa Cruz como congregación autónoma.

En 1847 llegan a Canadá las cuatro primeras hermanas, dos acaban de hacer sus primeros votos y dos son aún novicias. Su preparación misionera es sólo la buena voluntad y su deseo de hacer el bien. Para cada una es su primera misión y llegan para organizar y dirigir una escuela pensionado para niñas. Dos años después se puede ver los frutos de la misión, que cuenta ya con una comunidad de 21 religiosas incluyendo novicias y postulantes, de ellas 8 son francesas y 13 son canadienses.

En 1849 Leocadie Gascoin llega como superiora a la misión de Canadá, el P. Moreau le confía la formación religiosa de las hermanas y el apostolado de esta fundación. Los catorce años de su misión en Canadá se pueden llamar «buenos años», ya que al mismo tiempo que ofrecen sus servicios en la Diócesis de Montreal en Saint-Laurent, van aumentando en número de miembros. En dieciséis años en Canadá, ya son 70 religiosas y pronto se convertiría en la provincia canadiense de las Marianitas de Santa Cruz.

Luego vendrían tiempos difíciles para la provincia canadiense y para toda la Congregación. Después de la autonomía de las Marianitas de Indiana – EEUU, la dimisión del P. Moreau como superior general, y las tensiones e inquietudes que vivieron las hermanas como consecuencia de decisiones dolorosas, en 1883, la provincia canadiense inicia el proceso de separación de las Marianitas de Francia.

En 1889 siendo aprobadas las constituciones en Roma, se hace oficial la autonomía, tomando el nombre de Hermanas de Santa Cruz. Entre 1883 y 1889 se abren 14 nuevas misiones en diferentes lugares de Canadá. Respondiendo a las necesidades de los tiempos, poco después abren una misión al este de los EEUU y mucho más tarde se abrirían nuevas misiones en diferentes lugares del mundo.

Léocadie Gascoin

Nació el 01 de marzo de 1818 en Montenay, La Mayenne – Francia, en una familia creyente de recursos económicos estables. Hija de Michel-Jean Gascoin y Rosalie-Renée Chardon, fue la cuarta de seis hermanos. No tenía todavía 4 años cuando su madre murió y cinco años más tarde también su hermana, convirtiéndose ella en la responsable de la educación de sus hermanos menores.

A la edad de 18 años termina sus estudios. Su padre alegre de verla cumpliendo el rol de mamá, se muestra reticente al verla comenzar a manifestar el gusto por la vida religiosa.

Al finalizar un retiro con un sacerdote de Santa Cruz, este le recomienda comunicarse con el P. Moreau. Él la conduce al Monasterio del Buen Pastor donde tres postulantes de Santa Cruz acababan de comenzar su noviciado. Al término de este retiro, ella decide prepararse a ser parte de la comunidad de Santa Cruz.

Ella recibe el nombre religioso de la Patrona de Santa Cruz: María de los Siete Dolores. Ella colaboró de manera muy fiel a encarnar la intuición de Moreau frente a la Sociedad femenina.