Testimonio Catherine Poirier CSC

CatherinePoirier

Nací el 21 de abril de 1932 en la ciudad de Concord, New Hampshire en los EEUU. Soy la segunda de cuatro hermanos. Cuando estuve en la escuela tuve muchas oportunidades de encontrar y admirar a las Hermanas de Santa Cruz que vivían al otro lado de nuestra calle. Un día escuché a mi papá decir: «Me gustaría tanto que uno de mis hijos fuera religioso». Estas palabras despertaron en mí algo muy fuerte.

En agosto de 1950 entre como postulante en la Congregación Santa Cruz en Montreal, Canadá. Después del noviciado y juniorado celebré mis votos perpetuos en agosto de 1957. Aunque desde el inicio de mi formación viví algo muy sincero en mi camino, aprendí cuan preciosa fue la fundación de la Congregación y cómo la historia fue llena de sorpresas y desafíos.

Los años siguientes enseñé en el nivel básico y medio en Nueva York y Vermont. Luego cambié, ya que asumí el cargo de directora del colegio San José en el estado de New Hampshire y eso fue muy satisfactorio para mí. Me gusta todo lo relacionado a la educación con niños y recibí de la Congregación todo para hacerlo bien. En comunidad, las hermanas me ayudaron a crecer, a ir más allá en mi vocación y a descubrir la fidelidad de Dios en mi vida como mujer en Santa Cruz. Desempeñé también el servicio de Directora de Ministerios, pero guardaba el sueño de salir a las misiones extranjeras.

La Congregación me invitó en 1991 a unirme a la misión del Perú. Después de el español en Lima, he trabajado en colaboración con los Padres de Santa Cruz por diez años, en un proyecto de rehabilitación integral de niños con dificultades mentales y físicas. Los fines de semana ayudaba como coordinadora de la capilla Señor de los Milagros. Ahí aprendí más de lo que esperaba en medio de la gente humilde.

En el 2001 llegue a Santiago de Chile para dirigir un Hogar de niños abandonados. Este fue un proyecto de los padres de Santa Cruz. Ahora los niños bajo la protección de un matrimonio, viven en casas familiares. Actualmente estoy dirigiendo el Centro de Apostolado del Rosario en Familia. Tengo mucho que aprender del P. Patrick Peyton csc fundador de la obra. Vivo y trabajo también en la Parroquia Nuestra Señora de Andacollo dirigido por los padres de Santa Cruz. Estar en Chile es un privilegio en mi vida y doy gracias al Señor.

Por quince años he visto el brote de Santa Cruz crecer en Lima y en Puno (Per�). Eso me llena de esperanza en nuestro futuro. Quiero seguir colaborando donde el Espíritu me manda y gritar mi agradecimiento por lo que he recibido y vivido en mi familia de Santa Cruz, gozando de la fidelidad de Dios en mi vida. Tengo el mismo deseo para las jóvenes que se unen a nosotras con generosidad.